María Santísima de las Lágrimas y del Consuelo se encuentra ataviada, junto a su Hijo Atado a la Columna, para el tiempo litúrgico de Pentecostés y la Festividad del Corpus Christi.
Nuestra Titular luce manto rojo con estampados en dorado, rostrillo en tablas y pecherín en tela de raso.
En su pecherín luce tres broches: un ramo de flores simbolizando la belleza de la Virgen, el Santísimo con motivo de la Festividad del Corpus Christi y otro simbolizando el Espíritu Santo con motivo del tiempo de Pentecostés.
En su cintura luce la cruz pectoral en oro con diamantes rojos.